En Madrid los espacios de trabajo flexibles representan todavía un escaso 0,5% del total de oficinas. Sin embargo, si las previsiones no se equivocan, todo indica que este mercado va a protagonizar un crecimiento exponencial en los próximos años. En 2018 en España se facturaron unos 150 millones de euros en los espacios de trabajo flexible y en ciudades como Madrid y Barcelona se triplicaron los metros cuadrados disponibles, llegando a los 90.000. El último informe de la consultora inmobiliaria Savills Aguirre Newman y la firma Workthere indica que en el 2030 en España estos espacios de trabajo alcanzarán el 30%. «Antes era una solución que buscaban las empresas que por tamaño no podían ir a una oficina y ahora lo que más se valora es sobre todo a flexibilidad», afirma a ABC Juanjo Martínez, fundador de Networkia Business Center. Trabaja en este sector desde el 2004 y ha visto el cambio que se ha producido en los últimos años, en especial en el tamaño de las empresas que optan por el coworking. «Ya no hablamos de compañías de 3-5 personas sino que es muy normal que tengan entre 30-40 empleados e incluso más de 100», subraya.
