Acaba 2021, un año marcado por la paulatina vacunación de la población en España y, en el aspecto laboral, por el retorno -sobre todo en modelo híbrido- al trabajo presencial, especialmente a partir de septiembre.
Los coworking han sido uno de los motores para esta vuelta a la normalidad gracias a las facilidades que ofrecen en cuanto a condiciones de contratación flexibles.
Según datos de Lexington, operador pionero de espacios flexibles en España y que este año ha cumplido 40 años, el porcentaje de su facturación generada por grandes corporaciones ha alcanzado el 62%, una cifra que refleja claramente la apuesta cada vez mayor de las grandes empresas por esta modalidad de espacio de trabajo. Una realidad consecuencia también de la alta especialización del operador en este tipo de cliente y que se basa, según palabras de su CEO David Vega, en «un amplio conocimiento del cliente corporativo, acumulado durante todos estos años, que nos permite adaptarnos a su realidad, ofreciéndole un proyecto de oficina desarrollado a medida para crear un espacio único que dé respuesta a sus nuevas estrategias de workplace, a las necesidades de los equipos y a sus requerimientos en cuanto a configuración, identidad de marca y tecnología. Además, por supuesto, de un equipo de soporte y servicios centrados en el respaldo diario de cualquier gestión. Todo esto sin olvidar las condiciones flexibles y personalizadas según cada caso, las cuales se reflejan principalmente en la duración de los contratos y en las posibilidades de cancelación anticipada». En este este sentido, la compañía señala también un aumento del 18% en los metros cuadrados explotados en 2021 respecto a 2020, y estima sumar un 30% más para 2022. Un crecimiento destinado a la creación de oficinas completamente a medida para el target de corporates.