Los escenarios de futuro para el mercado de espacios de trabajo flexible en las dos grandes urbes españolas son optimistas. En lo que va de año ya se está recuperando el crecimiento de contratación, el número de espacios y la ampliación de estos.
Los operadores de coworking cogen aliento después de la pandemia. Las compañías de espacios de trabajo flexible, tanto en Madrid como en Barcelona, han retomado sus planes de expansión suspendidos al inicio de la emergencia sanitaria y han ampliado su stock aumentado su huella en el mercado español, según el informe de Oficinas Flexibles elaborado por la consultora inmobiliaria Cushman&Wakefield, junto a la asociación de espacios de trabajo flexible ProWork Spaces.
El informe, con datos a cierre de tercer trimestre de en España, apunta al resurgimiento del sector y buenas perspectivas de futuro en un escenario postpandemia. Los espacios de coworking en Madrid ya representan el 1,3% del stock total de oficinas, mientras que en Barcelona el dato sube hasta el 2,6%. Ambas cifras marcan un récord en las dos ciudades, superando las del último mejor año, 2019, cuando el stock de espacios flexibles en Madrid estaba en el 1,2% y el de Barcelona en el 2,4%.